martes, 25 de agosto de 2009

Descubrimientos.

Si mi padre no hubiera sido mi padre de seguro otro lo sería,las travesuras de mi madre me habrían causado contratiempos con la ubicación de mis lunares, tengo tres, como los ostentados por el...pero descubrí que mis dudas eran infundadas. No me parezco a el, pero su sonrisa está en la mía, su extraordinaria erudicción me obliga a sambullirme en el mar de la lectura infinita, nunca se graduó, no lo necesitaba, tenía porte de médico recetaba hierbas, de abogado resolvía disputas, de arquitecto todo le quedaba derechito; era piropero, generoso y caballero...Descubrí que lo amé más de lo que dije y mucho más de lo que supo, descubrí que odiaba su parsimonia y tranquilidad, descubrí que mis manos se parecen a las suyas y mi firma es un remedo de su trazo. Descubrí que mis lunares están en los mismos sitios que los suyos...y mi voz se parece a su voz.

Te fuiste.

...me encuentras y me hablas sin preguntarme si yo deseo hacerlo contigo y te retiras, despidiendote con apremio como si yo tratara de retenerte...
...vas y vienes con la seguridad de visitar un templo que siempre estará ahí, descuída los templos se derrumban, se mudan, se olvidan...Una vez te marchaste, aún veo tu silueta desdibujarse en la lejanía, no recuerdo por qué, te llevaste todo contigo, suspiros, besos, poesias, empacaste mis libros en vez de los tuyos, te llevaste sueños, anhelos, construcciones, caminatas bajo la luna, tus manos...que cosa tenían tus manos. Me dejaste un lucero, un camino de estrellas, un río de palabras, recuerdos regados por todos los rincones, ciudades enteras caminadas contigo, carreteras largas, y el olvido.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Pater noster

La otra noche recité, recé, medité, mascullé el Padre Nuestro; lo dije varias veces, solo para mi, despacito y luego rápido como si tratara de salvarme de mi misma, y de su recuerdo, me hallaba escondida y sorda dentro de mis sabanas en una cama ajena, no había notado antes y tal vez después que esa oración mágica dice la frase más significativa y enigmática, dice: "...no me dejes caer en tentación librame del mal...". Me pregunto, cuántas veces habré sido librada del mal?, cuántas veces he sido librada de caer en la tentación y entiendo tentación como la oportunidad de perderse a sí mismo y no otra cosa, hay situaciones de las cuales puedo librarme yo misma; pero todo este cuento, toda esta perorata solo persigue significar las veces en las cuales he sido extraída -por una voluntad indeterminada e inasible-de una mala situación o circunstancia y luego pataleo y reniego de que así pasara, cuántas veces he sido librada?, como cuando mi corazón se partió en pedacitos tan pequeños que nunca supe si pegarlos o botarlos, pues no cabía reparación alguna y tuve que hacer nacer otro nuevo, esas veces que tanto dolieron no pude entender que habia sido librada de caer en tentación y alejada del mal; trato de aprender a rezar y reconozco que es mejor decir "no me dejes mucho tiempo en la tentación y mantenme cerca muy cerca del bien...Amen".